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Las recomendaciones sobre salud están por todas partes, pero en la práctica nos encontramos con muchas trabas y excusas que nos impiden tener una mejor calidad de vida. En la nota de hoy conversamos con Sol Racedo, Health Coach que nos cuenta cómo esta práctica la ayudó a cambiar su estilo de vida desde una perspectiva holística, qué hábitos incorporó para sentirse mejor y cómo los integró con la crianza de su hija.
¿Qué es y cómo puede ayudarte un Health Coach?
Un Health Coach ayuda a las personas a mejorar su bienestar desde un enfoque integral y holístico de la salud, a través de cambios personalizados en la alimentación y el estilo de vida. Es decir, miramos más allá de la alimentación, considerando otras áreas que pueden influir en el bienestar, como el trabajo, la actividad física, el sueño, las relaciones interpersonales y el entorno, entre otras.
Un Health Coach puede ayudarte a manejar relaciones, a aumentar la energía y la motivación, a manejar el estrés o situaciones del trabajo y de la vida personal; también te ayuda a comer más sano, a hacer ejercicio y a priorizar el autocuidado. En definitiva, el Health Coaching te invita a llevar una vida más saludable con pequeños cambios que, cuando se sostienen, logran una gran diferencia. No censuramos ni prohibimos, sino que ayudamos a que esos ajustes se transformen en un estilo de vida que se mantenga a lo largo del tiempo.
¿Cómo llegaste al Health Coaching?
Me formé en Health Coach para coronar un proceso que venía gestando desde hace mucho tiempo. Estudié en el Institute for Integrative Nutrition (IIN) para continuar creciendo y aprendiendo de este camino que empezó tiempo atrás. Un camino hacia una vida más saludable que arrancó siendo personal y terminó contagiando a varias personas a mi alrededor.
Todo arrancó con cambios en mi alimentación, cuando comencé a mirar hacia adentro y cuando me tomé el tiempo necesario para escuchar las verdaderas necesidades de mi cuerpo. De hecho, en el medio de este camino, me llevó 3 años quedar embarazada (sin ningún tratamiento). Todo estaba bien conmigo y con mi pareja, pero entendí que a veces, simplemente hay que confiar en que todo llega en el momento más perfecto, y así sucedió.

¿Cómo son las sesiones de coaching?
A mí me gusta arrancar la consulta con un encuentro relajado y fluido, donde la persona me cuenta qué le está pasando en su vida o qué le gustaría cambiar o mejorar. A raíz de eso planificamos los encuentros, al principio, suelen ser una vez por semana, después cada quince días y más tarde, una vez al mes.
Los intercambios pueden ser virtuales o presenciales, dependiendo de las preferencias del cliente. Me gusta comenzar trabajando con pequeñísimos cambios, cosas diarias que se empiezan a transformar en hábitos, donde la persona siente que empezó a cambiar algo, para motivarse e ir por más.
El trabajo de un Health Coach es súper personalizado. Se trabaja en la creación de nuevos hábitos y comportamientos que colaboren con el bienestar de la persona y con el cambio de estilo de vida que desea lograr.
Me ha pasado, por ejemplo, de ir a la casa de un cliente, revisarle la alacena y reemplazar los productos por otros más saludables, otros me escriben porque quieren recetas o porque necesitan ayuda para comprar ciertos productos. Por eso digo que los acompañamientos siempre son personalizados en relación a los objetivos de cada persona, dónde hay que tener en cuenta varias cosas, porque una buena salud no se consigue solo con los alimentos que comemos sino con el equilibrio de todos los ámbitos de la vida que también nos nutren.
¿Cómo te ayudó a vos el Health Coaching?
Antes de estudiar Health Coach, era más rígida y estricta con mi alimentación y con todo lo que tenía que ver con mi cuerpo, cuando hacía algo fuera de lo que yo consideraba saludable era muy dura conmigo misma. Hasta que un día empecé a darme cuenta que me cuidaba mucho con lo que comía pero no tanto con lo que me ponía en la piel, que también se ingiere y es importante. Ahí empezó todo un proceso…
Cambié mis hábitos y mi energía cambió notablemente, fue una toma de conciencia increíble que también se vio reflejado en lo externo. Mi piel comenzó a estar más radiante y luminosa y me acuerdo que mi hermana empezó a preguntarme qué me había hecho en la cara, qué productos usaba y por qué tenía la piel tan bien. No eran los productos, no se trataba de ningún tratamiento, era la alimentación, el dormir bien, el autocuidado que estaba ejerciendo conmigo misma, con lo emocional, con el lugar donde vivo, con todo lo que me rodeaba. Los cambios externos eran producto de los cambios internos que estaba adoptando.
Una vez leí en un libro sobre alimentación algo con lo que me siento identificada: “Comiendo así te conectas más con la naturaleza y te sentís más cerca de lo divino. Te sentís con una vibración única que te sensibiliza todo.” Es así de lindo y poderoso lo que ocurre cuando uno cambia su alimentación y tiene un autocuidado más consciente.

También cambió mi mirada hacia los otrxs, dejé de tener tanto prejuicio, antes decía ¿cómo va a comer eso? ¿cómo le da eso a su hijo/a? Entendí que aunque haya mejores opciones de alimentos, cada uno/a hace lo que puede, y que la comida también representa un grado de felicidad interna.
Empecé a seguir mi intuición y a ver qué me pedía mi cuerpo. Comencé a ser más flexible y menos dura conmigo misma, aceptando que la vida no es sólo disciplina y rectitud con la alimentación sino que también es disfrute, como tomarme una copa de vino con una amiga por ejemplo.
¿Cómo influyó el Health Coaching en tu maternidad?
Cuando nació Andina yo sufría porque su cuerpito no ingiriera o tocara cualquier cosa que pudiera agredirla. Quería controlar todo lo que ocurría cuando estaba y también las pocas veces que no estaba.
El Health Coaching me invitó a flexibilizarme y a sufrir menos, sin dejar de cuidar a mi hija. Ahora sé que me puedo equivocar, que puedo no ser lo perfecta que imaginaba, pero que soy lo mejor que puedo ser para mí, para mi hija y para mi entorno. La maternidad me ha relajado, entendí que la prohibición no está buena y que todo arranca en casa con el ejemplo, sin imponer. Entendí que no puedo controlar lo que Andina hace cuando no está conmigo, o lo que come cuando visita a sus abuelos. Pero la mayoría de las veces, puedo brindarle lo mejor en mi casa.

¿Como Health Coach, qué recomendás para criar hijos sanos?
Algo que me sorprende mucho es cómo en los ambientes familiares lo saludable y sano es un privilegio solo de los más grandes (y esto ocurre en varios ámbitos como la alimentación o la cosmética). Veo que los niños y niñas muchas veces son dejados de lado o considerados de otra manera: “ese pan es de papá, vos comé el tuyo”, refiriéndose a un pan de masa madre o a un pan de una marca en particular.
También veo que se premia a las infancias con golosinas o porquerías, y que el menú infantil en los restaurantes siempre suele ser comida chatarra, diferente a la de los adultos. Pero de hecho, los niños y niñas en muchos casos, prefieren y les da más curiosidad lo que comen los grandes, la gran “le serví cereales con leche y se terminó comiendo mi granola keto con yogur griego”.
En mi casa, no hay un menú diferenciado, lo que come Andina es lo mismo que como yo. Pensar en lo que elegimos darle de comer a nuestros bebés puede ser un buen punto de partida para comenzar, sin complicarnos la vida ni gastar una fortuna se pueden hacer grandes y lindísimos cambios en pos de su bienestar.
¿Como Health Coach, cómo manejás el entorno?
En mi caso, la respuesta de mi entorno se centró, sobre todo, en la manera de alimentar a mi hija Andina. Algunas personas me apoyaron, otras me catalogaron de exagerada y hasta me llegaron a decir que le estaba arruinando la infancia por no darle un dulce. Me pelié, me frustré, me enojé y me angustié mucho al principio. Pero después me di cuenta que no me puedo estar peleando con todos todo el tiempo…
Entendí que siempre habrá desafíos sociales, y que una siempre va a estar en desacuerdo con el entorno por diferentes motivos, así que decidí dejar de enojarme y transmitir desde el ejemplo. Si te ven saludable, con energía, de buen humor, se empiezan a sembrar semillas, empiezan a preguntar y a querer saber más…
Por eso recomiendo a las personas que quieren cuidar la salud de sus hijos que empiecen por ellas mismas y por casa: el ejemplo es la herramienta más poderosa. Muchas veces nos podemos equivocar pero siempre podemos aprender de eso. La crianza consciente es justamente eso: ser consciente de cuándo elijo darle algo saludable y cuando permito alguna porquería como una golosina. Parte de esa crianza consciente es aprender qué es lo que hace que nuestros hijos estén saludables, entender qué alimentos les damos y para qué, tomar decisiones de lo que elegimos con una mirada integral de lo que necesitan, siempre cuidando su salud y atendiendo a cada etapa de su crecimiento.
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Si querés sentirte mejor, volver a tener energía, si querés criar hijos sanos pero no sabés muy bien cómo,un intercambio con una Health Coach como Sol puede ayudarte. Podés hacerle una consulta a través de su instagram, haciendo click ACÁ.
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