Tiempo de lectura: 7 minutos
La lactancia es algo biológico que debería salir naturalmente. Pero el entorno, los profesionales, nuestros miedos, pueden ser un obstáculo para una lactancia exitosa. Charlamos con Vicky Soares, puericultora que asesora a mamás en lactancia y docente de la Asociación Civil Argentina de Puericultura. Nos cuenta por qué la información es la clave para superar los obstáculos y tener una lactancia exitosa.
¿Qué significa ser puericultora?
Las puericultoras somos especialistas en lactancia, y muchas de nosotras también en crianza. Acompañamos familias desde el embarazo en todo lo que tiene que ver con la preparación de la lactancia y los cuidados del bebé. Una vez que nace el bebé acompañamos la lactancia: para dar la teta hay que poner mucho el cuerpo y a veces surgen dudas y angustias, o a veces hay dificultades concretas –un bebé que no aumenta de peso, dolor al amamantar, grietas, mastitis. Revisamos la prendida, cómo succiona ese bebé, le miramos la lengua, cómo es su frenillo, hay todo un trabajo para hacer.
Y también acompañamos a las mamás durante el destete y en situaciones complicadas de crianza. Hacemos un acompañamiento emocional pero además damos pautas concretas para superar las dificultades que se pueden presentar en la lactancia. En los últimos años hubo un boom de la puericultura y de la crianza respetuosa, yo soy docente de la Asociación Civil Argentina de Puericultura y cada vez hay más alumnas.
¿Conviene hacer una consulta pre-natal con una puericultora?
Para mi es clave llegar al momento de primer contacto con el bebé con herramientas y conocimientos básicos para saber qué esperar. Muchas veces es diferente lo que sucede con un bebé de lo que uno espera. Si nos informamos antes, nada que sea esperable nos va a sorprender y vamos a saber manejar esas primeras situaciones.
Cuando una chica hace la consulta prenatal, usa un montón las herramientas que aprendieron cuando nace el bebé. Me dicen: “me super acordé de los videos que me mostraste y pude corregir la prendida para que no me lastime”, “en el sanatorio me dijeron: qué bien que le ofrecés la teta”, etc. Por eso los encuentros prenatales son muy importantes –si bien la lactancia debería ser algo natural y es algo biológico, muchas veces la cabeza nos juega en contra y nos boicotea la lactancia.
¿Por qué es tan importante llegar con información al parto?
Podemos elegir el equipo que nos acompaña al parto, podemos elegir doula y quién nos acompaña codo a codo, pero no sabemos quién nos va a tocar en internación si el bebé nace en un hospital o sanatorio. Y así como hay gente que trabaja bien, hay gente que no. Muchas quieren facilitar o acortar su trabajo. Entonces, muchas veces, esa misma gente que debería informarte, contenerte, ayudarte para que establezcas la lactancia, es la que empieza a entorpecerla.
Si no sabés qué esperar, si creías que la leche bajaba desde el día cero y te apretás y salen 2 gotas, y la persona que se supone que sabe te dice que no tenés leche, que tu bebé está famélico y llora de hambre, que hay que darle fórmula porque el bebé la está pasando mal, que va a quedar internado en neo, que por tu capricho de darle la teta el bebé va a hacer una hipoglucemia, empezamos con fórmula, chupete y otras cosas que interfieren en establecer la lactancia.
Y así como hay enfermeras que reparten fórmula, hay puericultoras que reparten pezoneras.

¿Y mami, cómo se prende? La profesional debería observar esa toma y darte la información para que se prenda bien si no lo hace. Con que la mamá diga “me molesta un poquito”, ya mandan a la persona que tiene al lado a comprar una pezonera. Como si fueran del mismo tamaño, talle, forma… como si te digo “andá a comprarme un par de zapatos”, y no sabés ni cuánto calzo. En general, el farmacéutico, que tampoco sabe que el tamaño de la pezonera se elige de acuerdo al tamaño de la areola y el pezón de la mamá, te da la small porque es un recién nacido. Si la mamá tiene el pezón grande, le queda todo apretado dentro de un conito mini, se traumatiza y se lastima. Empiezan las dudas: “¿cómo me lastimé con la pezonera puesta?, si me dijeron que era para no lastimarme”. Y evitamos ese contacto piel a piel que estimula la lactancia.
Es una historia que se repite y se repite. Por eso hay que llegar con información, para protegerse de este tipo de situaciones. Que son situaciones reales.
Y son situaciones difíciles de remontar. Ese bebé que se acostumbró a la fórmula, tal vez a los 20 días ya no quiere más teta. Esa mamá a la que le indicaron pezonera tiene dolor; y su bebé se acostumbró a la silicona de la pezonera. A veces se puede trabajar y resolver y a veces no, a veces esa lactancia llega a su fin.
Como no sabemos con quién nos vamos a cruzar, tenemos que ir informadas para saber qué esperar y cómo manejar estas primeras situaciones, y no angustiarnos por cosas que son fisiológicas. Es importante que la persona que vaya a acompañar a esa mujer a parir esté informada porque en ese momento estás vulnerable, estás mareada. Necesitás a esa persona que explique que hicieron un curso, qué saben cómo lograr la prendida correcta, etc.
Estoy embarazada y quiero dar la teta. ¿Dónde me puedo informar?

Entrar a google no, mejor seguir cuentas de pediatras o puericultoras que te resuenen. Hay información gratis en redes sociales, en cuentas de lactancia o de pediatras, donde te muestran fotos de cómo se tiene que prender el bebé. Sugiero ver videos para aprender la técnica correcta de prendida. Amamantar al principio puede ser una técnica donde uno tenga que ir con el paso a paso de fijarse si el bebé está bien posicionado, si hicimos la técnica correcta de acople, qué tipo de succión está teniendo. Al principio puede parecer una técnica un poco estructurada, pero después fluye y una ahí se relaja. También recomiendo leer libros, por ejemplo de Carlos González o Beccar Varela. Hay un montón de pediatras con libros buenos para las madres, sin tecnicismos, sin cosas raras.
¿Necesito comprar algo si estoy embarazada y quiero dar la teta?
En lo único que gastaría es en un buen almohadón de lactancia. Recomiendo los que tienen en la tienda, están hechos por Maru, una emprendedora que los hace a mano, está por ser puericultura y la tiene muy clara. Un buen almohadón para estar cómoda. El resto se verá, si tu bebé tiene una situación particular y necesitás pezonera porque no se puede prender, ahí vas y la comprás, en cualquier farmacia. Hay que tener cuidado con las charlas “gratuitas” de las empresas: tomen lo que les sirve, no salgan corriendo a comprar todo: casquillo, sacaleche, pezonera. Es como comprarme una muleta por las dudas de que cuando salga de acá me esguince. O no lo van a necesitar, o lo van a usar cuando no lo necesiten y las va a complicar más de lo que las ayuda.
…………
Como siempre decimos: “para tomar una buena decisión, primero necesitás información”. Sin información no te queda otra que aceptar y acatar lo que te dicen. Si estás embarazada, leé, preguntá y consultá sobre lactancia materna. ¡No te quedes sin dar la teta porque te faltó información!
…………
Te puede interesar: