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Respiramos más químicos tóxicos estando adentro de nuestra casa que en la calle. Pero lo podemos cambiar, y de manera muy simple. ¿Por qué quisieras hacerlo? También te lo cuento en esta nota.
Químicos tóxicos: la buena noticia
Hay numerosos químicos tóxicos que nos rodean, sobre todo de unos años a esta parte. Y muchos están en nuestras casas. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) estamos expuestos en nuestros hogares a aproximadamente entre 8 y 10 veces más tóxicos que en una ciudad contaminada1,2.
Algunas de estas sustancias nocivas se encuentran en los ambientadores químicos, en los limpiadores del hogar, en los suavizantes que tienen un fuerte olor, en los tejidos sintéticos, o en algunos colchones con retardantes de llama.

Esto puede parecer alarmante, pero yo lo veo una gran noticia.
En mi opinión, todo lo relacionado con los tóxicos puede ser una noticia muy positiva porque tenemos muchas herramientas en nuestra mano para cambiarlo. Somos nosotros los que llevamos esas sustancias a nuestros hogares, por lo que es sencillo evitar llevarlos la próxima vez que compremos.
De ahí la parte positiva, tan solo hemos de poner consciencia cuando tengamos que comprar algo nuevo (desde un cosmético a una sartén), consiguiendo hacer que nuestro hogar sea un hogar sano y feliz.
Y además, con un plus añadido que me encanta: habitualmente, cuando elegimos productos sanos y sin química nociva, también apoyamos el planeta, ya que todas esas sustancias finalmente van a parar al medio ambiente.
Químicos tóxicos: cómo los podés evitar
Una buena idea puede ser prestar atención a tres áreas:
- Lo que comemos: intentemos que los alimentos estén libres de pesticidas nocivos y evitemos todo el plástico en la cocina y en contacto directo con los alimentos (incluyendo las botellas de agua mineral).
- Lo que ponemos en la piel: es fundamental que lo que compramos sea poco, pero de calidad. En cremas y maquillajes encontramos una alta cantidad de sustancias nocivas como metales pesados y siliconas.
- Lo que respiramos: en nuestros hogares hay mucha química que respiramos, como los vapores de los limpiadores que duran días, los ambientadores o los compuestos orgánicos volátiles (COVs) de pinturas, textiles o muebles. Todo fácilmente evitable, simplemente sabiendo donde está, y adoptando sencillos cambios.
Es más fácil de lo que parece, hay muchas pequeñas y sencillas cosas que podemos hacer. Vemos algunas de ellas:
- Elegí productos de limpieza sin tóxicos. Cambiá tus productos poco a poco por productos sanos. Algunas ideas para limpiar la casa de maravilla pueden ser el vinagre, el bicarbonato, el limón, o el agua oxigenada. Podemos limpiar de maravilla, sin ensuciar el aire que respiramos. En el blog hay nota sobre el tema y en la tienda productos de limpieza saludables.
- Cambiá ambientadores químicos por aceites esenciales ecológicos. Usalos en un difusor de aromas, para pulverizar en tus armarios, o como mikados para las habitaciones. Además de un aroma estupendo, conseguirás beneficiarte del poder de la aromaterapia eligiendo aromas que calmen o relajen.
- Elegí sartenes y utensilios de cocina sin plásticos y sin tóxicos. Las sustancias perfluoradas (PFOA/PFOS/PTFE) se utilizan en utensilios de teflón y otros antiadherentes, a pesar de su toxicidad. Una opción no tóxica son las sartenes de hierro, donde podés lograr antiadherencia sin estos químicos tóxicos.
Sustancias tóxicas: efectos en la salud
Las sustancias tóxicas son sustancias nocivas para la salud, como los metales pesados, pesticidas, herbicidas, antibióticos, hormonas, plásticos, etc. Son sustancias ajenas a nuestro organismo y a su paso por nuestro cuerpo van enfermando y ensuciando las células, además de acumularse en distintos órganos, lo que nos genera enfermedades diversas con los años.
Te dejo una entrevista que le hice hace poco al Dr. Nicolás Olea, catedrático de la Universidad de Granada experto en contaminación química, que habla sobre los peligros de los tóxicos que nos rodean y propone soluciones también.
Los disruptores endocrinos
Los químicos tóxicos más nocivos son los disruptores endocrinos, ya que interactúan con nuestras hormonas, cambiando el funcionamiento de nuestro organismo.
Los disruptores endocrinos imitan, potencian, o perturban el funcionamiento normal de las hormonas. Y esto es crucial, ya que el sistema endocrino es un sistema muy complejo de mensajería química que está involucrado en todas las etapas de la vida: desde la gestación, la pubertad y la edad adulta, hasta la vejez. Regula funciones vitales como el metabolismo, la función inmune, la reproducción, la inteligencia y muchos otros comportamientos.
Dentro de los disruptores endocrinos la comunidad científica cataloga a los obesógenos, que son los disruptores que hacen que acumulemos más grasa y no podamos perder peso con facilidad.
Tan solo en Europa el gasto medio anual en paliar las enfermedades que causan los disruptores endocrinos es de 15 mil millones de euros3. Es terrible. Es mucho dinero y sufrimiento que se podría evitar con un poco de prevención.
Estos químicos nocivos causan problemas de infertilidad, pubertad precoz, ovarios poliquísticos, malformaciones de los genitales, muchos tipos de cáncer, como algunos infantiles, de mama, y próstata. Enfermedades neurológicas como Parkinson y Alzheimer. Enfermedades metabólicas como tiroidea, diabetes y obesidad. Y asma, autismo y déficit de atención… Y podríamos seguir con una lista interminable.
Y son químicos que se han detectado en el 100% de las placentas de las madres4.
Infancias y embarazadas
Sin duda los niños y las mujeres embarazadas son los grupos de riesgo más importantes.
Hace ya años que la OMS acuñó el lema de los 1000 días. Estos 1000 días se corresponden a los 270 días de embarazo más los dos primeros cumpleaños del pequeño, e indica que son cruciales para su desarrollo.
Como nos contaba el Dr. Olea en el vídeo que te dejé arriba, según la OMS todo ser humano se merece 4 cosas fundamentales durante esos primeros 1000 días: protección frente a violencia (el amor), los estímulos positivos, la buena alimentación, y la protección frente a los tóxicos.
La protección frente a los tóxicos es crucial para que un niño crezca sano y sin problemas. Debemos saberlo, y actuar para mimar los detalles.
El pediatra y gran experto internacional Leonardo Trasande, investigador de los tóxicos en la infancia, nos dice algo fundamental: que la relación entre la exposición a algunos pesticidas tiene una relación directa con un menor coeficiente intelectual del niño, una directa relación con el autismo e hiperactividad5.
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Fuentes:
1 https://www.aescai.org/elisabet-silvestre-el-aire-en-casa-esta-mas-contaminado-que-en-la-calle/
2 https://higieneambiental.com/calidad-de-aire-interior/aire-interior-contaminado-toxicos-radiaciones
3 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29202828/
5 https://elpais.com/sociedad/2019/06/15/actualidad/1560612181_431235.html