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El parto intervenido en institución no es la única manera de parir. Es importante que escuches relatos de parto, no hay uno igual al otro, y de cada uno podés elegir lo que te resuene a vos. Te cuento mi recorrido y al final te dejo cinco relatos de parto muy distintos que reflejan la diversidad de experiencias que podés llegar a tener.
La norma: el parto intervenido en institución
Ya antes de gestar tenía en mí guardadas muchas escenas de nacimientos. Las novelas, películas, series, me habían brindado imágenes sobre cómo eran los partos. Casi siempre se repetía el patrón:
Mujer que rompe bolsa, la urgencia de ir al hospital, el caos al llegar, gritos de personal médique, gritos de la mujer, respiraciones agitadas. Pasa la escena a la mujer acostada, jadeos, puteadas al padre “de la criatura” por haberla “preñado”, medio sacada, medio desencajada. O por qué no la escena donde es una urgencia médica… llega en ambulancia, acostada, se ve sólo la preocupación de quien acompaña, el terror de la gestante y la incertidumbre, y luego lo único que se ve es médiques corriendo, gritando, accionando… salvando la situación, siendo les protagonistas. La mujer quedó tapada por una sábana, no se la ve, no importa. Pasa el plano a bebé llorando en brazos del medique salvador.

Cuando gesté a mi primera hija no quería que nadie me contara sus experiencias. Me aislé. Aún así las historias de las mujeres de mi círculo de ese entonces se repetían. Sin ser muy consciente de todas las imágenes que tenía dentro de mí, normalicé una forma de parir. Partos intervenidos, partos institucionales, partos donde la mujer quedaba a merced del saber médico. Y así fue que mi primera hija nació por cesárea después de un breve trabajo de parto en casa, una internación temprana, intervenciones innecesarias y un equipo médico que no quiso/supo acompañar mi proceso.
Cuando me enteré de mi segunda gestación supe que algo tenía que ser diferente. Me encontraba ante el desafío de buscar un equipo que no me condenara a una cesárea por haber atravesado una anterior. En ese tiempo no existían las redes sociales y poco se hablaba del parto respetado. En mi búsqueda encontré un grupo de mujeres que relataban otro tipo de partos bien distintos a los que yo tenía en mi imaginario.
Para mi eran partos subversivos. Escuchaba y pasaba del asombro, al pavor. No entendía por qué tenían que parir desnudas, por qué se tocaban la vulva o por qué alguien se autotactaría… eso no pertenecía a las incumbencias médicas??? Me generaban muchas nuevas preguntas que me hacían buscar información, o mismo reflexionar el vínculo con mi cuerpo.
Para qué escuchar relatos de parto
Al escuchar relatos me di cuenta que no había una sola forma de atravesar esa experiencia, que no todas vivenciaban el dolor o la intensidad de las contracciones de la misma manera. Que parir desnuda no implicaba ser una “hippie que paría en el medio del monte”. Aunque algunas sí eran hippies y otras no. Escuchar y conocer cómo cada una iba escuchando su cuerpo, tenía necesidades distintas, y deseos distintos, me permitió empezar a conectar con la propia posibilidad.
Para desarmar el relato único
El cuerpo no es una máquina y parir no es fordismo. Aunque las estadísticas arrojan resultados abrumadores: casi el 80% de los nacimientos en instituciones privadas son por cesárea; el 90% de los partos institucionales tienen intervenciones. Entonces, pareciera ser que hay algo del fordismo que se ha instalado en las escenas de nacimiento. Sin embargo, escucharnos entre nosotras, abrirnos a relatar cambia la perspectiva.
Podemos empezar a desarmar esos relatos… cuestionar las prácticas, darnos cuenta que me puedo encontrar en el relato de la otra mujer, formas de atravesar temores, situaciones, que no estamos solas.

Sostengo un espacio virtual donde las mujeres relatan en primera persona sus experiencias. Cada una trae imágenes y sensaciones, no hay un relato igual a otro y eso permite que salgamos de la lógica que hay una única forma. Ni siquiera eligiendo el mismo escenario, ni siquiera con el mismo equipo médico. Ni siquiera siendo la misma persona.
Escuchar la diversidad en los relatos deconstruyó esas imágenes que tenía internalizadas. Me ayudó a desarmar el relato único. Porque si somos todas mujeres/personas distintas… ¿cómo es posible que exista una sola forma de parir? Yo, que tengo 4 hijes, tuve 4 experiencias diferentes, únicas e intransferibles.
Para conectar con tu forma de parir
Ese discurso único no contempla nuestra individualidad, nuestros deseos y posibilidades. Escuchar relatos de todo tipo, sin ponderar a uno por sobre otro me permitió empezar a conectar con la propia forma: ¿qué estaba necesitando en esa gestación?, ¿cómo me gustaría atravesar esta experiencia?, ¿dónde?, ¿junto a quiénes?
Las rondas de relatos de parto ofrecen un espacio de reflexión, son una invitación a escuchar y hacer el ejercicio de escucharse, preguntarse y elegir lo que nos haga sentido.
Escuchar relatos de parto nos permite conectar con la diversidad de experiencias y de formas de vivirlo. Me dijeron que no dilataba. Que era muy chiquita para poder parir. Me dijeron que mi bebé era muy grande en la ecografía y me programaron cesárea. Me dijeron que me podía explotar el útero si intentaba parir después de cesárea. Miles de frases que se espetan sin ningún tipo de responsabilidad ni asidero científico. Me esperaron un montón, como 8 horas de trabajo de parto. Me acostaron, no me dejaron mover, me ponían cosas en el suero sin explicarme. Desde violencias sutiles hasta las violencias más naturalizadas. Escuchar también nos permite detectar tempranamente si le obstetra puede acompañar nuestras decisiones.
Para sacarte dudas
Escuchar las experiencias de otres nos permite sacarnos dudas. Durante la gestación aparecen infinidad de preguntas. ¿Cuánto dura un trabajo de parto? ¿Cómo me doy cuenta que voy a parir? ¿En qué casos es necesaria programar una cesárea? ¿Hasta cuando puedo esperar a que se desencadene el trabajo de parto? ¿Parir duele mucho? ¿Qué pasa si rompo bolsa? ¿Siempre es necesaria la anestesia peridural? ¿Puedo parir después de una/dos o más cesáreas? Y muchas preguntas más.
Cinco relatos de parto muy distintos
Como dije hay tantas experiencias como mujeres en el mundo. Quisiera compartir algunos de los relatos que surgieron en los vivos de mi cuenta de Instagram y que reflejan la diversidad de experiencias que podemos tener las mujeres al parir.
Parto en institución
Parto vaginal después de dos cesáreas
Parto planificado en domicilio con traslado y luego volver a elegir un parto domiciliario
Cesárea y luego parto vaginal después de cesárea
Dos cesáreas
Por qué relatar tu parto
Relatar también nos da la oportunidad de ir integrando esa experiencia. A veces nos toma tiempo poder poner en palabras y no es el mismo relato cuando apenas sucede el nacimiento que ya pasado algún tiempo puesto que son tantas las situaciones físicas y emocionales que nos atraviesan. Las sensaciones van decantando y cuando podemos vamos conectando con distintas partes. Animarse a nombrar nos ayuda a ir acomodando internamente aquello que sucedió, ya sea una experiencia positiva o no.
Yo deseo desde lo más profundo de mi ser, sea donde sea, elijas lo que elijas, ¡que tengas una experiencia gozosa!
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