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María Herrera, doula e instructora de Hatha Yoga, Yoga prenatal y postparto en Maternar en Movimiento, y dos mamás que practicaron Yoga durante el embarazo nos cuentan cómo el Yoga ayuda a conectar y a formar tribu, de cómo el Yoga transciende esos beneficios físicos de los que muchas escuchamos hablar.
El beneficio principal del Yoga según María Herrera
El beneficio principal, para el bebé y la mamá, es la conexión, el momento, el encuentro. Vivimos en una sociedad que nos exige ser productivas y trabajar hasta el último día del embarazo. Hay muchas alumnas que son madres y se ocupan de maternar, que viven a las corridas.
La clase de Yoga se transforma en ese momento para hacer una pausa, respirar, mover el cuerpo, conectar con una misma y frenar esa catarata de pensamientos.

En su libro “Yoga, embarazo y nacimiento” Janet Balaskas dice:
“El Yoga ejercita la mente además del cuerpo. La práctica del Yoga de forma consciente y suave también tiene beneficios emocionales. Al observar la respiración y la desaparición de la tensión corporal, te darás cuenta de que tu atención se dirige hacia adentro y te permite ser más consciente de tus sensaciones. Te familiarizás con tus pensamientos, entrás más en contacto con tus emociones a través de tu cuerpo. El Yoga tranquiliza la mente permitiendo sentirte más tranquila contigo misma. La habilidad de concentrarnos en la respiración por unos momentos calma la mente y reduce la ansiedad permitiendo, de alguna forma, sentirnos más presentes en nuestro cuerpo, y por lo tanto, más serenos emocionalmente.”
Los beneficios físicos
El dolor de espalda, la hinchazón de pies, la ansiedad, son molestias típicas del embarazo que podemos aliviar con el Yoga. Desde lo físico, practicar Yoga durante el embarazo tiene varios beneficios:
- Alivia el dolor de espalda porque mejora la postura.
- Alivia la hinchazón de pies porque mejora la circulación.
- Mejora el sueño porque reduce el estrés y la ansiedad.
- Brinda herramientas para el trabajo de parto.
Según María, brindar herramientas para el momento del trabajo de parto es un beneficio fundamental del Yoga. El Yoga te ayuda a conectar con tu cuerpo, a identificar qué es lo que necesita, qué ejercicio te puede ayudar a transitar tu trabajo de parto de la mejor manera posible. Cuando viene una contracción y siento dolor: ¿qué puedo hacer? Puedo respirar, puedo estar con la esfera, puedo estar en cuatro apoyos. Cuando pasa la contracción, descanso, me sigo moviendo para que avance el trabajo de parto, para que el bebé se vaya acomodando y pueda encajarse.
Beneficios del Yoga en primera persona
Los beneficios de los que hablamos no son algo meramente teórico. Las mamás realmente los sienten. Paula y Vivi nos cuentan sus experiencias practicando Yoga mientras estaban embarazadas.
Los beneficios del Yoga prenatal según Paula:
“Practiqué Yoga prenatal durante todo mi embarazo con un grupo pequeño de mujeres y una instructora doula como guía. Además del entrenamiento, compartíamos una temática vinculada al embarazo o la maternidad en cada encuentro, los cuales fueron presenciales en un parque del barrio de Belgrano a pesar de haber sido durante la pandemia. En este sentido, la presencialidad, con distancia, fue clave para sentirnos acompañadas y hoy en día mantenemos ese grupo post-nacimiento para la crianza. La profesora era una instructora especializada en embarazo y eso aportó para tener la seguridad de que todos los ejercicios y propuestas eran adaptados, evitando riesgos innecesarios. Físicamente el Yoga fue importantísimo para mantenerme activa y aliviar los dolores o malestares del embarazo; además algunos ejercicios específicos me sirvieron para el proceso de parto y la ubicación del bebé en el canal de parto. Sin dudas creo que es la mejor práctica que una puede hacer durante el embarazo, más aun compartiendo vivencias con otras mujeres embarazadas y siempre guiada por un instructor especializado.”
Los beneficios del Yoga prenatal según Vivi:
“Me acerqué a Yoga estando embarazada buscando prepararme para mi parto en casa después de cesárea. Me gustó mucho porque cada semana me hacía el espacio para conectar con mi cuerpo, conocer y sentir las distintas partes, percibir cómo me sentía en cada momento. En las clases además había un espacio de intercambio al comienzo donde compartíamos las novedades de cada semana de cada una y las dudas y preocupaciones. El poder expresar cómo una se siente en ese ámbito me ayudo a poner en palabras mis sentimientos y sentirme acompañada y comprendida por otras mujeres que estaban pasando por lo mismo. También aprendimos o practicamos posturas y ejercicios que sirven en el trabajo de parto para favorecer que baje el bebé, lo cual me fue útil para sentirme más segura.”
Por qué hacer Yoga durante el embarazo
La mayoría de las personas gestantes que llegan a las clases de Maternar en Movimiento, o nunca hicieron Yoga, o hicieron poco. El Yoga, además de pilates y natación, es una excelente opción para mantenerse activa físicamente durante el embarazo.
Según María: “Lo bueno que tiene la práctica de Yoga es que además de la práctica corporal hay un momento de conexión con la gestación para visualizar a tu bebé, hay una ronda de intercambio con otras embarazadas en la que cada una puede contar sus experiencias, contar cómo se siente tanto física como emocionalmente, intercambiar dudas. Es superfructífero a nivel grupo, a nivel tribu, porque muchas veces lo que le pasa a una le pasa a las demás. Se generan encuentros que están buenos desde ese lado, no sólo desde el trabajo físico.”
Cuándo se puede empezar a hacer Yoga en el embarazo
Las personas que ya vienen practicando, profesoras o bailarinas, que tienen mucho registro de su cuerpo, pueden empezar a practicar desde el día uno. Para aquellas personas que no tienen entrenamiento, lo que se recomienda, tanto desde el lugar de profesoras, como desde el lugar médico, es arrancar en la semana 12, cuando el embarazo ya está más establecido, luego de transcurrido el primer trimestre.
Se puede practicar hasta el día que nace el bebé, en la medida que se sientan con energía, que se sientan bien, que no haya contraindicación médica, que no haya indicación de reposo.
Cómo es una clase típica de Yoga prenatal

Una clase de Yoga prenatal no es una clase de gimnasia donde hacés el ejercicio sólo porque querés tonificar. Durante una clase de Yoga prenatal tratás de tomar consciencia, de conectar con tu cuerpo, de ver qué cosas te generan placer, qué cosas te cuestan, qué cosas no te gustan. Una clase típica de Yoga para embarazadas en Maternar en Movimiento se estructura de la siguiente manera:
- Ronda de intercambio para hablar sobre cómo nos sentimos con las otras alumnas embarazadas.
- Momento de introspección donde cerramos los ojos para conectar con la respiración y con la panza.
- Entrada en calor y trabajo corporal donde se promueve que haya un registro y una toma de consciencia de la respiración y de qué es lo que estoy queriendo lograr con cada ejercicio.
- Momento de relajación donde cerramos los ojos para llevar la mirada hacia adentro, conectamos con el cuerpo, con la respiración, descansamos y volvemos a conectar con el bebé.
Las clases de Yoga para embarazadas evitan las posturas que comprimen la panza, las posiciones invertidas y las que requieren que te acuestes boca arriba o boca abajo. En cuanto al tipo de Yoga, el Yoga prenatal es un estilo de Yoga pensado específicamente para embarazadas. Pero no es el único que pueden practicar: el Hatha Yoga también es una buena opción ya que no es de los estilos que requieren más esfuerzo.
Yoga durante el embarazo: ¿online o presencial?
María piensa que nunca va a ser lo mismo una clase presencial que una online: “no es lo mismo que te esté viendo al lado a que te vea en una cuadradito en una compu, el nivel de corrección varía un montón”. Segú María, decidirse por una clase online tiene además implicancias a nivel energético: “no es lo mismo escuchar a la profesora a que esté al lado tuyo, viendo y pudiendo tener ese registro de cómo estás, de cómo te sentís, de si estás con cara de agotada porque tuviste un mal día, el encuentro tienen otra calidez”.
Durante la cuarentena, cuando no estaba la posibilidad de hacer clases presenciales, desde Maternar en Movimiento logramos dar un buen servicio y muchas alumnas quedaron superconformes y dijeron que sintieron que era como estar al lado, y el beneficio lo sintieron igual. Pero si tengo que comparar y elegir, prefiero una clase presencial.
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El Yoga nos nutre más allá de lo físico. Es una práctica que hace bien al alma. Una práctica que vale la pena continuar más allá del embarazo, que incluso puede ayudar a nuestrxs hijxs a conectar con sí mismxs. Si te interesó el contenido, compartí o suscribite a nuestra newsletter más abajo.
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